PUEBLO
De día hay frutas, de noche
estrellas y mar. La calle de Fiore es un cono de alegres colores. Mediodía. Con
blanco bastón aporrea el sol las verdes celosías. En el lauredal unos borricos,
entonan sus loas a la umbría. Entonces fue cuando decidí declararle mi amor. El
mar se acalla y el pueblo se pone tan turgente como los pechos de la pequeña
vendedora de higos.
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EL MURO
Estamos a pie de un muro.
Nuestra juventud nos fue arrebatada como la camisa a un condenado. Aguardamos.
Antes que una gruesa bala acabe alojándose en nuestro cogote, pasan diez, veinte
años. El muro es alto y sólido. Tras el muro hay un árbol y una estrella. El árbol
va socavando el muro con sus raíces. La estrella va royendo el muro como un ratón.
Después de cien, doscientos años habrá aquí un pequeño venta nuco.
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LA GUERRA
Un desfile de gallos de
acero. Muchachos pintados con cal. Limallas de aluminio que destruyen casas.
Arrojan ensordecedoras balas a un aire totalmente enrojecido. Nadie echará a
volar en este cielo. La tierra atrae hacia sí cuerpos y plomo.
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LA TORRE
La torre tiene cincuenta
codos hacia abajo y lo mismos hacia arriba. Debajo de la torre una mazmorra,
hay un hombre sentado. El rey lo
encadenó a su conciencia. Tras una vida hermosa va contando los días, pero no
espera.
En lo alto de la torre habita un astrónomo.
El rey le compró un telescopio para atarle al universo. El astrónomo cuenta las
estrellas, pero no teme. El de arriba y el de abajo se rinden al sueño ahítos
de números.
Por eso se entienden. No tienen palomas,
pero en su lugar un gato negro lleva las noticias desde la mazmorra a la cúspide.
–Ahí
va otro día –le dice al astrónomo.
Y el reo:
–Ha nacido una estrella.
Los tres tienen los ojos verdes.
Verdes de tanto aguardar, no de esperanza.
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CAFETERIA
De pronto se da cuenta de que no queda nada en la copa, de que un
principio se levanta hasta su boca. Las mesillas de mármol se van flotando como
un témpano. Solo los espejos hacen cucamonas a los espejos, solo ellos creen en
la infinitud.
Es el momento de irse, sin esperar el salto
asesino de la araña. De noche será posible volver para observar a través de la
descuidada reja el fantasmagórico matadero del mobiliario. Brutalmente
asesinadas silla y mesillas yacen de espaldas estirando las patas hacia un
cielo de cal.
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Hace calor, cae un sol que lo quema todo,
hoy no salí a dar un paseo, sin camisa, pantalón corto, el ventilador a mi
espalda, leo a...
(((Zhigniew Herbert
poesía completa http://es.wikipedia.org/wiki/Zbigniew_Herbert ))) escojo a cinco relatos, los pico letra a letra, mientras
los saboreo de nuevo, los cuelgo como post, les busco fotos alienas y…se me fue
la mañana, distraído, feliz y como no contento.
(((Pienso en los eláticos que no pueden
escribir, a ellos se lo dedico))) Mi ELA
y YO compartimos VIDA 4.458 días, mesa y mantel, sueños y falsas
esperanzas, momentos angustiosos, lloramos, reímos, comemos, nos atragantamos, soportamos
nuestras flemas, paseamos, sudamos, padecemos y como no VIVIMOS juntos, cogidos de la mano siempre. La ELA se manifiesta
así, nos roba poquito a poco nuestro cuerpo, hasta dejarnos como un helado al
sol FUNDIDOS… Josep
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